martes, 5 de mayo de 2015

Amando, que es gerundio.

El amor, ese maravilloso sentimiento convertido en un puñado de inseguridades...
Siempre me he considerado una persona bastante entusiasta en cuanto al amor se refiere, soy de esas pocas personas, para mi gusto, que no dejan de dar todo a las personas nuevas que aparecen en mi vida, por el simple hecho de que antes haya tenido algún desengaño.
El amor es como un examen que repites cientos de veces a lo largo de la vida, lo suspenderemos muchas veces, pero solo una vez tendremos exactamente la nota que nos merecemos, y no por eso tenemos que dejar de darlo todo en cada examen, ya que no sabemos cual será el perfecto. La confianza en la pareja se ha convertido en una serie de paranoias como eliminar conexiones de WhapsApp, dobles tics y tics azules, todo esto porque nos empeñamos en vivir un amor que coarta la libertad, para sentirnos así más "seguros". Pues para mi, eso no es amor, como diría Ricardo Arjona en una de sus canciones: "El amor sin libertad dura lo que un estornudo", totalmente cierto, sabrás que es tu examen perfecto cuando la persona que tienes al lado, teniendo la libertad de estar con otras personas, te elija a ti, mientras tanto no sabrás si te elige a ti, o simplemente es cautivo de ese sinfín de tus inseguridades.
Ha llegado un momento en el que programar nuestro amor es la opción más resultante para que dure algo que no tiene fundamento alguno, hablamos horas y horas por redes sociales con nuestra pareja, regalamos miles de cosas muy caras para que nos quieran más, colgamos miles de fotos o post demostrando un amor público probablemente inexistente, ¿y todo para qué?, al final los regalos se pierden, a la gente deja de importarle, si es que le ha importado alguna vez, que nos queramos, y al final lo que queda y no pasa es el sentimiento, y si ese sentimiento lo hemos programado con todo lo anterior nos acabará estallado en la cara, y seremos cómplices de nuestro propio suspenso, así hasta que nos demos cuenta que para amar no hace falta nada más que tener ganas de hacerlo, poner todo de ti y regalar grandes dosis de libertad, ya sabéis, nadie es nuestro, simplemente nos acompañan en un trayecto de nuestra vida, y nosotros tenemos la oportunidad de hacer que ese trayecto sea tan duradero como seamos capaces de amar... ¿No te parece tentador amar de verdad?

¡¡MUCHO AMOR!!


By: Natalia Delgado Fajardo.

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